Tiene razón el angelito. No hay más que verlo, todo demacrado, desaliñado, con signos claros de maltrato, sin poder ejercer su defensa con las suficientes garantías, antes de ser ahorcado al amanecer sin juicio previo alguno. Él, que presidía un gobierno garantista donde los haya...
Y pensar que un número alto de individuos sentirán lástima de esta bazofia humana, mientras se les tuerce el gesto de odio y resentimiento ante la sola mención de Bush... Yo sentí algo similar en el año 1991 y he rectificado, pero eso no me produce gran consuelo. Porque para modificar un criterio de este tipo hay que tener la suficiente curiosidad como para indagar entre tanta basura y corregir así una seria disfunción moral. Sigamos pues recopilando información dispersa por si alguien la necesita.
Por cierto, ¿dejarán a todos los afectados por este liberticida ser protagonistas del juicio (los que aún vivan para poder hacerlo, claro)?
jueves, 1 de julio de 2004
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