Para algunos, la tragedia en el sur de EE.UU. hace aflorar el racismo existente en la sociedad norteamericana.
Y esto es así porque Bush no ha actuado antes para ayudar a las víctimas del huracán Katrina por tratarse, en su mayoría, de negros, y encima, de negros pobres. Con lo que ya tenemos la primera sandez: ¿Es racista la sociedad o lo es Bush? Porque NO es lo mismo.
Pero "mejora" el argumento según se avanza en la lectura. Y es que el number one en poner el dedo en la llaga ha sido... Mr. Moore. ¡Cómo no! El individuo que debería pasar a formar parte de la historia de la infamia por sus continuas manipulaciones, de nuevo al ataque. Según esta piltrafa intelectual, la culpa es de la guerra (¡qué original!) y de la raza de los damnificados. ¿Cómo llega a semejante conclusión? Quien haya visionado alguno de sus documentales lo entenderá sin mayores problemas.
También se une a esta perorata colectivista el onmnipresente reverendo Jesse Jackson, otro personaje que no ve individuos, sino grupos, hasta el punto de pedir que a los negros los ayuden los negros. Incluso culpó también a los medios de comunicación porque, según él, "criminalizan a la gente de Nueva Orleans" al mostrar continuamente imágenes de negros robando y saqueando establecimientos. Vamos, que si uno es negro y está atracando, el mero hecho de mostrarlo demuestra racismo. No me negarán que es un argumento definitivo. Es como cuando nuestros sindicalistas acusan de "enemigos de los trabajadores" a los periodistas que muestran a los "verdaderos defensores" de la oprimida clase obrera coaccionando y atentando contra la libertad y la propiedad ajena de... los trabajadores.
Por no hablar del propio alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, que evalúa la capacidad según la raza, mientras olvida sus propias responsabilidades, quizás porque él mismo es afroamericano, y ya sabemos que los negros no pueden ser culpables de no ayudar a sus hermanos.
En fin, líderes negros del Congreso, miembros de grupos de presión, miembros del Partido Demócrata...
Y con estos mimbres, el redactor de esta crónica titula que el racismo aflora. Pues va a ser que sí, pero no en el sentido que él pretende hacernos creer.
Por contra, hay quien percibe que el huracán Katrina nos ha mostrado la ineficiencia, torpeza e ineptitud del gobierno.
Este artículo de Carlos Ball merece ser leído en su totalidad. Así sea por el contraste.
lunes, 5 de septiembre de 2005
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