martes, 6 de septiembre de 2005

Fernando Alonso, Premio Príncipe de Asturias

Es de sobra conocido que sigo a Fernando Alonso con enorme pasión; esa pasión de corte irracional que muchos individuos sentimos al contemplar determinados eventos deportivos.

A su indiscutible capacidad profesional se une (me consta) su gran calidad humana. Es por ello que coincido con el jurado al considerar que “el guaje” ha conseguido llegar a la cumbre de su especialidad deportiva tras años de grandes sacrificios y renuncias con el único apoyo de su familia en los inicios de su carrera y es hoy un ejemplo para la juventud española y mundial. Además, su trayectoria es la consecuencia de la firme voluntad por el triunfo y pertenece al mundo de los campeones singulares, aquéllos que consiguen abrir nuevos caminos en especialidades de máxima dificultad, lo que le ha convertido ya es un símbolo y en un referente capaz de ilusionar a millones de personas.

Vamos, que con lo escasos que estamos de referentes morales, que alguien en quien se fijan millones de niños y no tan niños reúna estas cualidades es una excelente noticia.

Ahora bien, todo ello no me impide reconocer que, en el terreno meramente deportivo al menos, me temo que Nano no ha alcanzado todavía los méritos que atesoran otros candidatos, como Ángel Nieto o Carlos Sainz, por ejemplo.

Lo que me lleva a una última reflexión. ¿Quién es aquí el premiado? ¿Fernando Alonso o la Fundación Príncipe de Asturias?

Alonso obtendrá muchísima más publicidad y relevancia social cuando se proclame definitivamente Campeón Mundial (esperemos que este próximo fin de semana, para no dilatarlo más), pero dudo que influya en nada este galardón, más allá de en su propio orgullo astur.

Antes al contrario, difícilmente se puede presumir del prestigio de algo que en su vertiente pacifista fue concedido en su momento a una de las mayores piltrafas que en el mundo han sido, el terrorista Arafat.

En resumen, creo que es un premio desprestigiado por sus galardonados, y que en cualquier caso llega demasiado pronto para Fernando Alonso. Pero al menos, no se puede decir que no sea merecido, porque cualidades, tanto deportivas como morales, no le faltan.

En fin, al menos ¿será beneficioso para esta tierra baldía de iniciativas, ideas e ilusiones?

2 comentarios:

Doctor dijo...

A mi me parece una burrada. Un galardón creado para premiar una toda una trayectoria de éxitos se lo dan a un chico de 24. Y Rafa Nadal con 18 estaba también el la terna!! absurdo!!!

me parece una operación de marketing que Alonso no necesita. Y que conste que no soy en absoluto detractor suyo. pero es un despropósito como una catedral de grande. Pareciese que solo quieran promocoionarse a corto plazo y hacer caja.

Eso sin contar el agravio a Nieto, Sainz, Cacho. Indignante

El Salmantino dijo...

Tampoco es ninguna novedad. A Induráin se lo dieron cuando no había ganado ni la mitad de los tours, igual que a Amstrong.

Sin sentido fue también el concedido al Tour de Francia y podríamos seguir. Y no digamos si nos salimos del relativo al Deporte.

O sea, que en realidad los premios son para autopromocionarse y no para premiar al galardonado. Que no quepa duda de eso.

Y a Alonso todo esto acabará incluso perjudicándole por el debate creado sin que el tenga culpa alguna.

El jurado y la organización sabrán, pero me molesta el ridículo que hacen.