martes, 29 de junio de 2004

Aviso a Navegantes

En primer lugar, quiero mostrar mi agradecimiento a dos personas, por su ánimo y ayuda: Enrique Gómez y Daniel Rodríguez.

Al grano. Pretenden ser las anotaciones que aquí escriba meros desahogos personales sobre los asuntos más variopintos. Vamos, lo que siempre he hecho, ya fuera por escrito o verbalmente, como bien saben todos los que me conocen. Y podréis contestarme a todo lo que queráis sin que os interrumpa...

Pero el hilo conductor será también el mismo, más radical si cabe. Radical en defensa de la libertad del individuo frente al poder coactivo del Estado. Liberalismo se le suele llamar a eso. "Neo" le pondréis alguno delante. Me es indiferente. Las referencias peyorativas no constituyen un argumento.

Y como en toda corriente de pensamiento, uno tiene sus preferencias. Las mias van encaminadas a la Escuela Austriaca (de Menger a Huerta de Soto, pasando por Mises, mi admiradísimo Hayek o Rothbard), y a sus precursores, nuestros escolásticos salmantinos del Siglo de Oro (de ahí el nombre de esta bitácora).

Pues a ello.